Puerto Natales es una ciudad que impregna en cada sentido la sensación de estar en los confines del mundo. Es de hecho uno de los puntos inevitables si queremos visitar el sur de Chile, pero además, una ciudad que transmite en sus paisajes imponentes, el aire frío y puro, y la soledad que reina con apenas alejarnos unas calles de la pequeña civilización, la sensación de encontrarnos en el medio de la nada, con el inconfundible sello patagónico.
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Puerto Natales está situada en el extremo austral de Chile, en la XII Región de Magallanes y de la Antártida Chilena. Es la capital de la provincia de Última Esperanza, casi la última ciudad importante antes del esquivo Estrecho de Magallanes, y a 247 kilómetros de Punta Arenas, la capital de la región. Puerto Natales cuenta con la curiosidad de ser una de las pocas ciudades chilenas importantes que se encuentra sobre la ladera oriental de la Cordillera de los Andes, el marco que hace de escenografía en todo el territorio.
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La ciudad, que nació y se desarrolló de la mano de la actividad ganadera, y posteriormente de la explotación pesquera, vive su renacimiento de la mano del turismo, gracias a su paisaje, pero además a su ubicación cercana al Parque Nacional Torres del Paine, una de las maravilla de Chile para el mundo.
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El Parque Nacional Torres del Paine, se encuentra a unos 150 kilómetros de Puerto Natales, y posee bellezas naturales que pueden explorarse por sus senderos para caminatas y excursiones atravesando las zonas de bosques, lagunas con témpanos y glaciares, donde el punto fuerte son siempre los distintos ángulos en que pueden observarse las torres de roca que custodian el parque conocidas como Cuernos del Paine. Además desde Puerto Natales, se puede visitar la Cueva del Milodón, tres cavernas famosas por el hallazgo de piel, huesos y restos de una animal extinto hacia fines del pleistoceno.
Puerto Natales completa su oferta con las numerosas estancias ganaderas que rodean la ciudad, además de los huertos y cultivos que decoran el paisaje. En la ciudad, los hostales, hoteles y alojamientos variados, cafés, restaurantes y un casino, además de los comercios, garantizan una estadía confortable. Un aeropuerto, conecto a Puerto Natales con el mundo, un modo fácil de llegar a una de las zonas más aisladas del planeta.